Las empresas han cambiado los departamentos a los que dar mayor peso. Producción, finanzas, I+D, etc para potenciar el mayor activo que tienen: Los clientes. El incrementar y el retener clientes tiene que ser el objetivo principal de cualquier compañía si quiere continuar su actividad y crear valor y para ello crean nuevos puestos en el staff, como el de Gestor de Grandes Cuentas (Account Managers).
Para darle contenido a un programa de cuentas, tenemos que definir a que empresas va dirigido y como vamos a clasificarlas, que recursos vamos a emplear, como se van a organizar y a quien vamos a poner al frente.
El perfil sobre el que vamos a poner toda la responsabilidad de la puesta en marcha es crítico. El éxito del programa dependerá fundamentalmente de su capacidad de gestión. El account managers tiene que planificar, poner en marcha, gestionar y entender las relaciones entre las compañías e implantar el plan de acción. ¿Es un perfil técnico? ¿Es comercial?. Surgen muchas preguntas pero hay unas características que tiene que tener si o si. Liderazgo, orientado a resultados, proactivo, asertivo, empático y comunicador. Su ambición para formarse es lo que debe de desequilibrar la balanza sobre todo en procesos de selección.
Al account managers hay que dotarlo de contenido. Un buen equipo, un atractivo plan de retribuciones, formación y un plan de cuentas del que se sienta partícipe. Todo el staff directivo tiene que comprometerse en las relaciones con el cliente a través de su gestor de cuentas.
A pesar de la complejidad de tener un programa de cuentas, son muchas las ventajas. Sobre todo a nivel competitivo. Es un elemento diferenciador contundente frente a la competencia. Es la dirección ejecutiva la que tiene que evaluar y revisar todo el programa, por lo que consigue provocar cambios en la estrategia de la empresa y todo cambio conlleva periodos de crisis que hacen que las empresas crezcan, se adapten y creen valor.