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Gestionar la tesoreria.

La tesorería hay que concebirla como una gestión global del flujo de fondos de una empresa. Tradicionalmente, la tesorería ha sido en la empresa una parte de la contabilidad que se ocupa de los cobros y de los pagos.

La tesorería hay que gestionarla como una unidad aparte dentro del área financiera de la empresa, en la medida que el tesorero gestiona los fondos de una empresa según las fuentes de financiación, los cobros, los pagos y la colocación de excedentes. El objetivo debe ser mantener una tesorería a cero para tener un equilibrio y no colocar ni más ni menos que lo necesario.

Es fundamental en la tesorería pensar siempre en fecha valor para poder negociar con los bancos, para hacer previsiones de saldo y evitar el tener los saldos en descubierto ya que provocan comisiones. Otro concepto importante a manejar es el periodo de flotación, que es el tiempo que va desde la fecha en que se realiza un cobro o pago hasta la fecha valor en la que queda abonado o cargado en cuenta.

Es muy importante tener la figura del tesorero, ya que es el responsable en la empresa de optimizar los flujos de fondo, al igual que es importante tener un responsable comercial o un encargado de producción. Tanto las compras como el departamento comercial tienen que estar coordinados con él, ya que es quien debe fijar las condiciones de cobro y pago. La tesorería hay que verla desde la parte financiera a corto plazo.

En una empresa, el volumen de cobros y el volumen de ventas son muy parecidos, al igual que ocurre con pagos y ventas, por lo que la cantidad de dinero que pasa por tesorería es muy importante y hay que darle a la tesorería el papel que merece en una empresa. Los ahorros para la empresa  por una buena gestión de la tesorería vienen de reducir el periodo de flotación, de mejorar las condiciones bancarias y la reducción de ineficientes instrumentos financieros como pólizas de créditos, ya que hay empresas que tienen fuentes de financiación mas caras que el rendimiento de sus productos.

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La responsabilidad social corporativa en las empresas.

¿Una empresa cuyos beneficios se incrementan y optimizan dentro del marco regulatorio de la ley está cumpliendo todas sus responsabilidades sociales? ¿Necesitan someterse a otro tipo de demanda? Esto es un debate muy discutido que no pone a casi nadie de acuerdo. Es imposible dar una respuesta ya que son muchas las variables, pero lo que está claro, es que dentro de una organización, como no haya una misión, unos valores y un sentido más allá del económico difícilmente habrá éxito a largo plazo.

Las empresas tienen que dirigir sus recursos en actividades para obtener cada vez mayores beneficios dentro de un mercado de libre competencia regulado. En esta linea, lo que ocurre es que sucede una creación de riqueza, ya que con estos beneficios, las empresas aportan parte de sus recursos a la sociedad. Cuanto más eficaz es el sistema, mayores son los beneficios para el capital y para la sociedad.

La responsabilidad social corporativa son las acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás. Esta es una de sus tantas definiciones.

Desde este punto de vista tenemos por ejemplo el respeto a la dignidad de los trabajadores (siendo por supuesto respetar la dignidad de un trabajador el despido de un empleado/compañero que dinamita la compañía), tener en cuenta los efectos morales de las decisiones que se toman. Hay consumidores que están dispuestos a pagar más por productos de empresas que cuidan el medio ambiente, que practican reglas de comercio justo, que se autoregulan en términos energéticos, que colaboran con causas sociales a través de patrocinios.

Hay grandes discrepancias sobre la responsabilidad social corporativa y el aumento de beneficio en las empresas, pero lo que está claro, es que ganar dinero y ser responsable con la sociedad, no son cuestiones contrapuestas y que deben de ir de la mano para el éxito de una empresa.